martes, 5 de mayo de 2015

Dedicatoria especial del viaje

Las últimas palabras de este blog están dedicadas y son un homenaje a mi cuñada Tere. Sin ella este viaje jamás se hubiera hecho. Fue la que nos dio ese empujón final, la que nos abrió los ojos, la que nos dejó bien claro que la vida es un suspiro y hay que bebérsela antes de que se evapore...

Hace tan solo unos días que ya no está con nosotros y su ausencia es un vacío enorme, porque desde la discreción más absoluta era capaz de tenernos a todos contentos y unidos. Sabía lo que cada uno necesitábamos en cada momento y se desvivía para que lo tuviéramos. 

Nunca ponía una mala cara, todo le iba bien, su objetivo era que el que estuviese a su lado fuera feliz. Y lo conseguía. Así de simple, así de difícil, así de grande era ella. 

Ahora estás allí arriba, junto a mis padres, hermano, tíos, abuelos y un montón de gente a la que quiero y que ya no estáis. Y al igual que hago con ellos a ti también te seguiré contando lo que nos pasa a los que aún estamos en la tierra y que tarde o temprano nos iremos con vosotros.

Gracias por todos los buenos momentos que nos has dado, por habernos enseñado tanto y por ser un ejemplo de mujer luchadora hasta el final. 




Sorpresa sorpresa

Me consta, porque muchos me habéis regañado, que habéis echado de menos estos últimos momentos del viaje. He tardado casi tres meses en acabarlo pero hay una razón de peso...

Durante casi toda la aventura hemos estado acompañados de una personita sin saberlo...



Es Daniel, nuestro pequeño milagro. Ha vivido con nosotros todas las emociones, excursiones, olores, sabores, sensaciones, sentimientos... y solo puedo decir que es maravilloso. Sí, también suerte de no saberlo porque no hubiera sido igual. 

Esta noticia nos ha desbordado y apenas ahora empezamos a reaccionar. Habrá nuevos viajes, no lo dudo, pero serán diferentes. Eso sí, todos con las mismas ganas con el que comenzamos este y que sin duda no ha podido tener mejor final! 

Jesús, Elena y Daniel

De vuelta a casa

Martes 17/02/15

Y llegó. San google nos recordó que nuestro vuelo salía en unas horas.. Carretera y caminito hacia Auckland que todavía nos quedaban unos cuantos kilómetros.



Antes de llegar al aeropuerto hicimos una parada estratégica. Por una parte nuestra última visita al lugar que había sido nuestro centro de abastecimiento durante toda la ruta por Nueva Zelanda:Pack 'n Save.


La otra fue en una hamburguesería en la que nos dimos nuestro último homenaje. 



Con la barriguita a tope Jesús me dejó en el aeropuerto y él se fue a devolver el coche. Después de un mes y casi 7000 kilómetros habíamos dejado algún que otro recuerdo en su carrocería y no sabíamos qué pasaría... 


Afortunadamente todo fue bien y comenzó la larguísima cuenta atrás. Más de 30 horas hasta llegar a casa.






Y por fin hogar dulce hogar!!! Para celebrarlo una cena de lo más típica en esta familia: reaprovechamiento de bocadillos, deliciosoooooo!


Playas del norte Orewa-Mangawhai-Paihia

Sábado 14/02/15
La recta final del viaje decidimos dedicársela a las playas del norte. Nos habían dicho que estaban bien y que quizás, por fin nos diéramos un baño... Bueno, a ver, tampoco era necesario. 
En la ruta desde Coromandel hasta Mangawhai decidimos para en Orewa, que por la descripción que habíamos leído tenía bastante pinta de parecerse a Salou, y no andaba lejos. 
Cuando llegamos hacía un calor de muerte, una larga playa de 3 kilómetros y un paseo marítimo con un extenso mercadillo en el que había de todo un poco. Era curioso porque después de tantas excursiones, gente que solo miraba a sus botas de caminar y multitud de alemanes conquistadores, encontramos un lugar con similitudes a nuestra cultura. Quizás sería porque era el primer sitio en el que había italianos!!! Si una cosa me queda clara es que a estos les mola el sol, la playa y la buena vida casi tanto como a mí!
Para celebrar el día de los enamorados, qué mejor que unos buenos bocatas típicos neozelandeses ...


Aunque sin duda uno de los momentos que más nos gustó fue cuando un grupillo que estaba actuando tocó "Free fallin" de Tom Petty, una canción que me da un subidón tremendo...



Después hicimos unas cuantas paradas rápidas pero sin detenernos mucho hasta Mangawhai. Allí nos quedamos en una casa junto con unos chicos jóvenes europeos más raros que un perro verde... suerte que solo fue esa noche. 

Domingo 15/02/15

Por la mañanita temprano pusimos pies en polvorosa para hacer una excursión muy chula rodeando la costa en Mangawhai. Había que hacerla a primera hora de la mañana porque tenía que ser con la marea baja para poder hacer la vuelta a pie de playa, bueno mejor dicho a pie de piedras y conchas porque no veas que meneo. Pero, como en el 95% de los casos aquí, valió la pena. 






Después de reponer fuerzas con unos bocatas nos fuimos a nuestro último destino: Paihia, un sitio bastante turístico en el que como siempre para ver lo típico de la zona antes tienes que vaciar la cartera. 

Lunes 16/02/15

El lunes por la mañana lo dedicamos a pasear y a hacer una pequeña excursión que no es que fuera gran cosa pero había que pasar por medio de unos manglares y aunque fuera solo por eso estuvo bien. 




Por la tarde tocó preparar las mochilas y recoger todo. Eso incluía hacer un paquete con tienda de campaña, utensilios de cocina y algún que otro recuerdo inútil que no queríamos dejar por el camino. Era extraño, la última vez que hacíamos el equipaje, la aventura se acababa. Tenía ganas de volver a dormir en mi camita pero por otra parte era el fin de la improvisación, de la despreocupación, de la libertad... Pero que nos quiten lo bailao!!!!





jueves, 12 de marzo de 2015

Coromandel

Jueves 12/02/15

A las 7 de la mañana ya estábamos en la carretera, bueno carretera por decirle algo porque salir de Te Urewera es toda una hazaña. Para hacer 80 kilómetros tardamos casi 3 horas. Piedras, tierra, barro y para darle más emoción ovejas, vacas y potros cruzándose en el camino que a punto estuvieron de darnos. 



Como había que ir apurando la comida que teníamos comprada nos hicimos otra de nuestras ensaladas de legumbres y nos paramos a comer en Tauranga. Con una mesita al lado del mar ya no necesitamos nada más!


Eso sí, el cafelito lo hicimos bien a gusto en una cafetería monísima de la muerte.


Hicimos unas cuantas paradas más y por fin llegamos a Coromandel, una auténtica preciosidad que nos regaló este atardecer en el camping en el que nos quedamos. 




Viernes 13/02/15

Con el palizón que llevábamos entre coche y excursiones este día nos lo dimos de calma. Pasear por la playa, leer, relajarnos y poco más... un día así también se agradece de vez en cuando!





También probamos las auténticas pies de Coromandel que estaban muuuy buenas!

Por la noche nos fuimos a cenar al pueblo y estuvo genial. Un par de cervezas y una pizza y para rematar entramos en un local con música en directo. Por fin vimos a neozelandeses en acción, en su ambiente, sin que estuviera plagado de turistas. Moló mucho!



Te Urewera

Martes 10/02

Dispuestos a reventar el cuentakilómetros y de paso el coche salimos de Wellington camino de Te Urewera, un parque nacional que no sale en demasiadas guías. 
Después de 6 horas conduciendo al llegar nos encontramos con la desagradable sorpresa de que nuestra reserva no estaba confirmada porque la que nos la había pillado lo había hecho mal. Un poco más y nos da un patatús. Estábamos en el culo del mundo, lo más cercano a 2 horas y ya haciéndose de noche... Decidimos sacar la mejor versión de nuestro españolito cabreado y tras montar un pollo de los buenos conseguimos que nos dieran una cabaña para 10 personas por el mismo precio!







Entre el cansancio y sofocón descansamos un rato, cenita y a dormir que mañana ya sería otro día. 

Miércoles 11/02

Después de dormir casi 12 horas nos levantamos la mar de descansados aunque yo no andaba muy fina porque parecía que tenía principio de infección de orina y era bastante molesto. Aún así nos fuimos a hacer una de nuestras excursiones.
Creo que ya tengo bien claro porqué el símbolo de este país es el helecho, dios mío que hartón de plantitas verdes y húmedas!! Y por supuesto ya nunca más dudaré de lo que es un "rainforest", el agua que no habremos tragado en este viaje madre mía..
Antes de salir le preguntamos al forestal si era buena idea hacer la excursión que habíamos visto, era de unas 6 horas rodeando un lago y pasando por un bosque que tiene la mayor área de árboles milenarios y auctóctonos de la isla norte. 







Supongo que porque no estaba fina del todo el principio de la excursión fue una tortura. Estaba harta de tanto verde, mojarme y tener frío... el pitufo gruñón era encantador a mi lado. Por suerte la mano izquierda que Jesús tiene conmigo y un buen puñado de frutos secos hizo que a las dos horas ya estuviera mejor. 
Como no había donde parar, tuvimos que comer nuestra rica ensalada de arroz de pie en el único claro que vimos en todo el camino.



Ni que decir tiene que tras las 6 horas de excursión y la caladura que llevábamos lo primero que hicimos fue darnos una buena ducha. Había que disfrutar del "lujo" de tener el baño dentro de la cabaña!!.

Luego más de los mismo, cenita reponedora y a darle paliza a la cama que al día siguiente tocaba madrugar para ir a nuestro próximo destino: Coromandel. 


Regreso a la isla norte

Lunes 09/02/15
Se acabó la isla sur, hoy regresamos a la norte para enfilar la última semana de nuestro viaje.
De Abel Tasman a Picton hay unas tres horas, así que a primera hora nos fuimos para allí. En el camping una parejita joven finesa nos pidió si les podíamos llevar hasta Nelson que queda a mitad de camino y nos los llevamos.
Los chavales estaban super agradecidos y hablando con ellos me recordaba a los primeros viajes nuestros... Cómo pasa el tiempo...
En Picton cogimos el ferry a Wellington y durante el trayecto aproveché para escribir aquí un poco y para dormir!



Una vez allí cumplimos un antojo pendiente: ponernos hasta el culo de mejillones que son muy famosos aquí. Encontramos un local belga en el que había 2x1 y nos metimos entre pecho y espalda dos kilitos, mejor no cuento lo pesadita que fue la noche.